Son muchos los libros que podría mencionar en esta
entrada pero voy a hablar sobre dos lecturas que todo amante de los libros y de la
literatura debería leer alguna vez y, una especialmente, es muy interesante para
trabajarla con nuestros alumnos en el aula.
El primer libro que me gustaría recomendar, como lectura por
placer, es La sombra del viento del
periodista y escritor Carlos Ruiz Zafón. Esta obra narra las aventuras de
Daniel Sempere, un adolescente que descubre El cementerio de los libros
olvidados. Allí, le permiten escoger un libro y ser su guardián. El libro
escogido esconde una misteriosa historia en la que, sin darse cuenta, el
protagonista se verá involucrado e intentará descubrir que hay detrás del libro
junto con su amigo Fermín, un ex militar, ahora olvidado y venido a menos por
el cambio de gobierno.
Este libro está ambientado en la Barcelona desde finales
del modernismo hasta las cenizas de la postguerra que plasma muy bien la
situación política, económica y social de entonces mezclada con la intriga, una combinación perfecta.
El segundo libro que me gustaría recomendar es Júlia, de Isabel-Clara Simó. Esta obra
es muy interesante para trabajar con los alumnos de tercero o cuarto de diversificación curricular ya que tienen como objetivo aprender el manejo tanto de la lengua castellana como la valenciana. Esta novela plasma a la perfección
la sociedad de la I Revolución Industrial concretamente, en Alcoy y alrededores.
La protagonista de la obra se llama Júlia. Ella es una
obrera de clase baja que trabaja en una fábrica y mantiene una relación con
Rafaelet hasta que el dueño de la fábrica le propone matrimonio. Ella rompe con
todo y decide aceptar la propuesta de matrimonio de su patrón. A partir de
ahí, se verá rodeada de una serie de condiciones que reflejan el papel de la
mujer que asciende de una clase baja y pasa a ser parte de la nueva clase social que surge tras la Revolución Industrial
Con este libro, además de trabajar la historia y que los
alumnos vean reflejado lo estudiado en historia y completar su visión mediante
una obra literaria, se pueden trabajar contenidos transversales que, cada vez
más, necesitamos inculcar a nuestros alumnos. La educación no son sólo
conceptos, también son valores como el respeto a la mujer, la valoración del
patrimonio cultural o la no discriminación.
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